lunes, 29 de diciembre de 2008


Soledad,

aquí están mis credenciales,

vengo llamando a tu puerta

desde hace un tiempo,

creo que pasaremos juntos temporales,

propongo que tú y yo

nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,

te traigo mis cicatrices,

palabras sobre papel

pentagramado,

no te fijes mucho en lo que dicen,

me encontrarás

en cada cosa que he callado.

Ya pasó,

ya he dejado que se empañe

la ilusión de que vivir es indoloro.

Que raro que seas tú

quien me acompañe, soledad,

a mí, que nunca supe bien

cómo estar solo.
J. Drexler.

No hay comentarios: