domingo, 20 de abril de 2008


Olvido tantas cosas que dudo que mañana me acuerde de este estado.

A veces, cuando el sueño arrasa el tiempo con su confuso silencio

Me despierto añorando tu presencia cálida y rotunda.

Imagino que no duermo, que el tiempo carece de fin, que la noche es eterna

Y que cada instante nos aleja del olvido, en lugar de acercarnos, de nuevo, al silencio.

Olvido tantas cosas que hay noches en que no me acuerdo de tus besos.

Y son esas las veces en que me remuerde la conciencia.

Transitoria muerte, interrumpe la partida, y sobresalta

Saber el tiempo perdido, la necesidad del descanso, el corazón baldío…