lunes, 25 de junio de 2007

La versión original, de 1968, del inefable Norman Jewison, es un clásico. En ella Esteve está en la cima de su carrera, tiene todo el glamour de los 60' con la modernidad que la decada inició y que nos llevaría volando al presente, en el que, por cierto, ya queda poco de ese glamour, del sereno encanto burgués que aún se respira en temporada baja en Como o Lugano. Recomendable, podemos tomar nota de unas cuantas cosas.

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