viernes, 29 de diciembre de 2006




Tenía que dedicar una entradita a mis amigos, no puedo evitar presumir de ellos. A veces me recuerdan esa vieja canción de Alberto Cortez, la de ...mis amigos son unos atorrantes... pero siempre me sorprenden, van más allá de lo que espero y de lo que merezco, me quieren y me lo demuestran y son libres, valientes y tenaces, cada cual a su modo. Durante los últimos años, ya la mayoría durante las últimas décadas, nos ha pasado casi de todo, nos hemos reido y hemos llorado juntos, y siempre hemos estado ahí. No son interinos de mi vida, son sus funcionarios, con todo lo bueno que conlleva, y sin nada de lo malo, y no podría vivir sin ellos, o al menos no de la forma que vivo. Los quiero.

5 comentarios:

Ana Cervantes dijo...

Me parece que podemos tener una conversación interesante sobre este tema. No creo mucho en la amistad. Curiosamente, a día de hoy sólo confío 100% en tres personas y ninguna de ellas es mi amiga/o.

Cairo dijo...

Pues me entristece que te pierdas placer tan sereno, permanente y duradero. Tienes que probarlo, menos intenso que el amor, que la pasión, más de fiar, menos chispeante, más reconfortante, y si lo tienes, al final, cuando todo falla (y tenlo por seguro algún día fallará) ahí está esperándote, ah! y no es celoso, es perfectamente compatible con todo lo demás (la pasión, el amor, etc.).

Ana Cervantes dijo...

Si yo creo en la fidelidad de las personas... Pero es que la idea esa de tener amigos eternos... Todos al final seguimos caminos distintos. Si ahora mismo todo fallara creo que tengo tres números de teléfono a los que llamar: mi casa, mi novio (y no estoy muy segura)y... el otro número de teléfono no sé cómo describirlo. Yo soy una persona muy sociable, tengo muchos compañeros y amigos... ¿Pero realmente están ahí cuando todo falla? Aunque suene muy duro, creo que la mayoría de la gente se preocupa mucho antes de sus problemas que de los demás. Pero la vida da muchas sorpresas y lo mismo tengo que tragarme algún día las palabras que aquí escribo.

Ana Cervantes dijo...

Rectifico. Si creo que la amistad es posible, ya que si yo me pongo en la otra cara de la moneda lo cierto es que estaría ahí cuando una serie de personas queridas para mi me necesitaran. Me gusta escuchar y ayudar a la gente, máxime si son de mi círculo. Lo que no creo es en la amistad eterna.

Cairo dijo...

Bien! Rectificar es de sabios, y esta rectificación lo es. Veo que vas entrando en el club, ya verás, la amistad es la UNICA medicina sin contraindicaciones ni efectos secundarios.