sábado, 25 de noviembre de 2006





Cierro los ojos
A la humana
Sed
De
Tenerte
Tus párpados
Abren la luz
Cierran el sueño
Oscurecen la figura
De mi cuerpo
Que
Trémula
te busca
¿en silencio?
Tus párpados
Cierran la luz
Te encaminan
(se abren)
Al sueño.

6 comentarios:

AnA dijo...

E. me gusta el nombre de tu blog.Déjalo así.
Pero dime ¿Qué día cumples años?

Cairo dijo...

Te haré caso.

Ana Cervantes dijo...

Uff... que hermoso. Sin palabras... Cuando leo estos poemas tan bellos siempre me pregunto por la persona que los inspira, porque todos los poetas tienen una musa... ¿No?

Cairo dijo...

No sé si todos los poetas tienen una musa, ni si nos enamoramos de la persona, o del amor, a veces pienso que de esto último, del amor que nos inspira el mundo interior al que alguien es capaz de transportarnos, donde habita ese amor que al final no es suyo ni tuyo, sino de su mundo, del compendio de cosas indefinibles que se ocultan en un aroma, una melodía, una determinada luz. Del viaje interior, alucinante, al alma de otra persona, cuando ese viaje merece realmente la pena, claro...de esas musas he tenido pocas, pero tuve la suerte inmensa de tener alguna.

Cairo dijo...

Ahhh...! Se me olvidaba, de este tema hablo en mi siguiente post.

Ana Cervantes dijo...

Es cierto que a veces podemos enamorarnos del amor o de la sola idea de estar enamorado, pero he de sostener la tesis de que un amor real es aquel en que te enamoras de la otra persona. Si te enamoras del amor, te sirve cualquiera. Si te enamoras de una persona en concreto, como tú muy bien dices el viaje interior al alma de la otra persona es alucinante, y lo es precisamente porque estás viajando al interior de esa persona en concreto. Lo triste es que escasean las personas cuyo viaje a su interior sea "alucinante". Supongo que estarás de acuerdo en que no hay muchas personas especiales y sí muchas personas superficiales. Un beso.