En mi opinión, si te pasas la vida haciendo planes y no llegas a materializarlos, entonces la vida se te pasa mientras que haces castillos en el aire. Está bien hacer planes, pero a corto plazo. Hay que vivir el presente y un poquito el futuro, pero nunca vivir el presente focalizado en el futuro. La vida es demasiado bella como para que la vivas haciendo planes. Además, lo improvisado y lo espontáneo casi siempre termina saliendo bien.
No sé si lo último es cierto, soy menos optimista, en lo demás estoy plenamente de acuerdo, porque a veces perdemos la vida al aguantar cosas inaguantables pensando que es provisional, y luego la provisionalidad se establece en nuestra existencia y reemplaza planes y sueños, y al final, eso insoportable que solo soportamos porque era provisional, termina siendo permanente. De este modo es como el ser humano soporta lo humanamente insoportable.
La Vida, con mayúscula, está llena de mundos diversos que coexisten en nuestra mente, y lo más interesante es compartirlos y descubrirlos, mundos que a veces son inaprensibles hasta para nosotros mismos, y a los que nos lleva un color, un olor, un sonido. La vida más interesante es la interior, por eso nos morimos por conocernos por encontrar a quien tenga ese mundo, porque el mundo real ya hace tiempo que se quedó pequeño y el viaje interior es el único no globalizado; con quien compartir tantos matices guardados en la mente de cada cual, y con quienes compartir todo lo bueno de la vida, o solo una parte. La verdad es que en ese fluir que somos recalé en este espacio virtual como una discontinuidad espaciotemporal. Me gusta el sol de la mañana, el café suave, un baño tras hacer ejercicio, la sensación de estar sano y fuerte cuando miras a lo lejos, la fruta fresca, un buen libro (de los que dan pena cuando se van acabando), una pieza de Jazz de las que me erizan el vello y me emocionan, el mar en septiembre, cocinar para mis amig@s.
4 comentarios:
Pero... ¿qué sería la vida si no se hicieran planes?
La verdad es que sí, y no está nada mal siempre que los cumplamos.
En mi opinión, si te pasas la vida haciendo planes y no llegas a materializarlos, entonces la vida se te pasa mientras que haces castillos en el aire. Está bien hacer planes, pero a corto plazo. Hay que vivir el presente y un poquito el futuro, pero nunca vivir el presente focalizado en el futuro. La vida es demasiado bella como para que la vivas haciendo planes. Además, lo improvisado y lo espontáneo casi siempre termina saliendo bien.
No sé si lo último es cierto, soy menos optimista, en lo demás estoy plenamente de acuerdo, porque a veces perdemos la vida al aguantar cosas inaguantables pensando que es provisional, y luego la provisionalidad se establece en nuestra existencia y reemplaza planes y sueños, y al final, eso insoportable que solo soportamos porque era provisional, termina siendo permanente. De este modo es como el ser humano soporta lo humanamente insoportable.
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