Cierro mi alma a la posibilidad del encuentro.
Rechazo tu amor en un despilfarro nihilista y suicida
Y de nuevo juego en silencio
Esperando que la ausencia de ruido acalle mi conciencia,
Sepulte mis temores
Y abrigue tanto desconcierto.
La noche es eterna
Como lo son mis anhelos.
Cadenciosos y espectantes,
Apenas presintiendo que el futuro ya no vendrá,
Que el pasado fue también esto,
Y que precisamente este
Es el único presente.
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Y hay los anhelos, esos que llenos de recelos, viajan y conviven en nuestra mente, deseando ser sólo ellos quienes posean el corazón.
Agradezco vuestra visita!
Cairo, sigo con mi vida en continua organización.
Besos.
Ana
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