Olvido tantas cosas que dudo que mañana me acuerde de este estado.
A veces, cuando el sueño arrasa el tiempo con su confuso silencio
Me despierto añorando tu presencia cálida y rotunda.
Imagino que no duermo, que el tiempo carece de fin, que la noche es eterna
Y que cada instante nos aleja del olvido, en lugar de acercarnos, de nuevo, al silencio.
Olvido tantas cosas que hay noches en que no me acuerdo de tus besos.
Y son esas las veces en que me remuerde la conciencia.
Transitoria muerte, interrumpe la partida, y sobresalta
Saber el tiempo perdido, la necesidad del descanso, el corazón baldío…